En cualquier empresa hay un emprendedor detrás, alguien valiente con ganas de trabajar
Que no desea dejar que otros tomen las decisiones por él, que es capaz de generar riqueza y de ofrecer trabajo a otras personas. Todo eso y más es un emprendedor.
Observando a nuestro alrededor, nuestra sociedad está plagada de emprendedores, son parte de la comunidad y su trabajo y esfuerzo diario revierte en la misma. Están en tu barrio, en la panadería, la frutería, la papelería, el despacho de abogados, el taller mecánico, la empresa de construcción, Son la columna vertebral de tu comunidad.
Todos ellos un día decidieron cambiar para aventurarse en una nueva forma de vida
Sin un sueldo estable ni las garantías de una cobertura igualitaria con el resto de trabajadores por cuenta ajena. Es una manera diferente de trabajar y sentir la vida.
Sin embargo, a pesar de esa valentía para enfrentarse a la aventura, tras haberse decidido a emprender, y poseer la actitud necesaria para correr el riesgo, una vez que el negocio está en marcha, en muchas ocasiones se produce el temido inmovilismo.
Cuando llega el inmovilismo
Cuesta cambiar, adaptar la idea original, quedando anclados y en muchas ocasiones no son capaces de seguir evolucionando con esa misma decisión primigenia que les motivó en un comienzo.
La falta de percepción del presente y visión sobre el futuro cuando la sociedad entera está mutando es lo que hace que negocios brillantes pierdan su empuje y comiencen a caer en picado.
En la actualidad nos encontramos en un momento histórico de cambios en el mundo de los negocios. Pueden observarse respecto a los hábitos de los consumidores, la forma de escoger los productos y servicios o los métodos para adquirirlos (importantes decisiones de compra comienzan y pueden finalizar desde el sofá), el auge de los servicios y ventas en la red, por mencionar algunos de ellos.
Es por ello que la comunicación se ha convertido en algo fundamental para el conocimiento de nuestros productos o servicios.
La comunicación 2.0
Internet es el rey, las páginas web, las redes sociales, los blog’s, la comunicación 2.0, en definitiva el marketing digital online son las herramientas que en la actualidad son necesarias saber utilizar para lograr el éxito.
Un simple ejemplo, solo cerca del 55% de las Pymes y/o autónomos hacen uso de las Redes Sociales y tienen presencia en la red.
¿Porque son tan importantes?
Todavía hay quien se lo pregunta. Con ellas, no sólo vamos a ofrecer nuestros productos o servicios alcanzando a más personas sino que vamos a poder escucharlas e interactuar con ellas.
De esta forma, escuchamos la demanda, creando de esta forma nuevas oportunidades o mejorar tanto nuestro producto como la relación con nuestros clientes, saber más sobre su opinión con respecto a nuestra marca. Supone poseer información directa del consumidor, medir los resultados, poder reconducir las estrategias productivas, publicitarias, etc.
Sin embargo, la mayoría de autónomos y Pymes aún son reacios a ponerse en manos de profesionales que mediante las herramientas del marketing digital online hagan que su empresa tenga un salto de calidad y se posicionen en el siglo XXI para poder competir en igualdad de condiciones con cualquier tipo de empresa.
Es necesario abrirle los ojos a los emprendedores y recordarles que dentro de ellos aún mantienen viva la semilla de la valentía, del empuje y que no pueden ni deben dormirse en los laureles del conformismo porque en ese caso la competencia les pasará por encima dejando sus sueños y su trabajo de años en la nada.
Tienen que entender que es el momento de coger las riendas de la empresa y subirse al carro del futuro.
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